domingo, 24 de agosto de 2008

Cuaderno de Viajes

Mi abuelo solía decir: "el mundo es mundo", como parte de una filosofía práctica que reflejaba su visión de que nada hay que nos sorprenda en el comportamiento humano. Somos capaces de las más bellas, sofisticadas y singulares creaciones, pero también somos capaces de generar la más grande y devastadora destrucción.

Podría decirse que en nosotros no hay blancos, ni negros, sino una enorme gama de grises que se combinan para crear nuevas tonalidades.

A donde quiera que vaya uno, diferencias más, diferencias menos, las personas somos muy parecidas. Nos comportamos de manera similar, queremos, sentimos, pensamos, de maneras semejantes. Cada uno con sus peculiaridades, costumbres o culturas, pero al fin humanos todos.

Este cuaderno de viajes, hará apuntes y reflexiones respecto a ese mundo al que me refiero. Las diferencias y las similitudes, las anécdotas y las emociones.

Al final, nada más queda sino la experiencia de lo vivido y la emoción de haberlo compartido.

domingo, 13 de julio de 2008

Henos aquí...

En las Alemanias y viajando solos. Algo que no hemos hecho muy seguido.

El viaje apenas empieza y ya lo vengo disfrutando desde hace varias semanas. El sólo hecho de poder estar con mi mujer, ella y yo, en otro lugar, en otro país, a muchas horas de distancia de México, y solos, le ha dado un sentido enorme a lo que sea que habría que hacer para estar acá.

Todo comenzó el viernes 11 de julio, con la preparación de la maleta y los últimos detalles. Luego de dejar chamacos con abuelos y de regreso a México, pasamos a recoger un celular que funcionara en Alemania, por lo que se pudiera ofrecer: de ahí a hacer maletas, ver lo que nos íbamos a poner cada día y para la boda... Porque a eso vinimos, a una boda.

Se casa Christoph, un amigo entrañable, que en las buenas y en las malas ha estado con nosotros; padrino de Santi, nuestro chaparro de 4. Él y Doreen (su novia) viven en Alemania y el próximo viernes 18 se casan por el civil y el sábado será la ceremonia espiritual.

Bueno, entre maletas y los "accesorios" (laptop, celular1, celular2, ipod, cámar digital y demás aditamentos) nos dieron casi la 1 de la mañana. Había que estar en el Aeropuerto a más tardar a las 4:30 am.

Medio dormimos, pues además había pachanga con los vecinos, y antes de las 3:00 am ya estábamos de pie nuevamente para enfilarnos al aeropuerto con todo y chivas. Llegamos a la terminal dos a eso de las 4:00. En Delta, la línea aérea, comenzaron el check in a las 5:00; éramos de los primeros y todo fue muy rápido. De ahí a esperar la salida.

A las 7:30 en punto, despegamos con rumbo a Nueva York. En el avión hicimos cuates, pláticamos con varias personas y nos tocó de compañero de viaje un chavo de 18 años de nombre Enrique. El va a Londres por 10 meses, antes de empezar a estudiar decidió irse a trabajar por allá en un hotel. Es su primer viaje sólo y está entre emocionado y nervioso.

En el JFK estuvimos como unas cuatro horas en espera de partir hacia Frankfurt. Un vuelo de 8 horas más nos esperaba.